¡María! ¿Estas lista? María parecía no escuchar a su madre. Tumbada boca arribasobre la cama miraba a su alrededor deseando encontrar algo nuevo. En su mesilla denoche descansaban, sin haber sido leídos jamás, los mismos libros desde hacía años. Ysi abría sus pequeños cajones, un montón de cromos y recortables, con los que nuncasupo jugar…
“Troben mort el “violador…” Ho he entès bé? Calma! Torna-t’ho a llegir, Blanca. Calma!, calma! “Troben mort el “violador…”Aquells ulls embogits, que espurnejaven foc, els tinc clavats encara. El forcejament.El cop sec que em vaig donar contra el terra quan em va fer caure. Els meus crits sota el pont, ofegats pel brunzit eixordador dels…
No pensava que trencar aigües fos tan aparatós. El líquid li relliscava per les cames i va fer un bassal al terra de l’habitació. El primer que va fer és dutxar-se mentre intentavarespirar suaument i lentament, com li havien ensenyat. No es podia posar nerviosa. Es va vestir, va agafar la bossa que tenia preparada…
El cuerpo cargado de tripa de aquel médico avanzaba hacia mí poniendo en riesgo la verticalidad a cada nuevo paso que daba. Su semblante marmóreo, adornado con un cojín de grasa que bailoteaba bajo el mentón, daba muestra inequívoca de que la noticia que iba a recibir no iba a ser del todo gratificante.Sin ningún…
“¿Llamaste al señor que quería la reforma del ático?”, me pregunta. Antes de respondermi mente se fuga hasta el momento preciso en que me dio la orden. Yo archivaba lospapeles y me dije: “Apenas termine, lo hago”, y luego pase a otra cosa, y a otra, hasta estemomento, en que mi jefe, visiblemente molesto, me…
La conoció en Internet. Durante los primeros días se enviaban mensajes de correo, y finalmente acabaron chateando y viéndose en las pantallas de sus ordenadores a través de sus cámaras web. Desde el primer momento, se había establecido entre ellas un lazo de amistad, que las llevaba a pasar varias horas de cada jornada contándose…
«Tiempo con mamà» por Rita Relata «Mañana será otro día» por Miguel Andrés Calle Feria macabra del libro por Héctor Daniel Olivera
El sol se esconde tras el muro y dejo de sentir su calor en mi espalda, es casi el final de otra tarde como tantas. Dos pajarillos se posan sobre mi hombro desnudo y al mecerse la hierba con el viento me hace cosquillas en los pies. En especial un lirio blanco que ha crecido…
—¿Eres mi papá?—No, bonita, no soy tu papá —le contesta él sin más explicaciones.Sus ojos marrones y dulces lomiran con una mezcla de curiosidad y confusión, con la sábana tapándole hasta la naricilla respingona. La mañana ya clarea y la luz se cuela por los visillos de la ventana. Ella se levanta con dificultad, ayudándose…
Poco a poco empiezan a aflojarse las correas. Son necesarios unos tirones secos a un lado y al otro para hacer hueco dentro de la camisa. Después, con la mano que ya tiene fuera, saca la aguja del orificio de una de las correas que tiene a su espalda. Parece que la circulación vuelve a…