Hoy hace un año que no sale de casa, esa casa reconvertida en un refugio, y donde sigue sintiéndose segura. La última vez que piso la calle, era de noche, y apareció de la nada una sombra que se aproximaba cada vez más rápido hacia donde se encontraba. De nada le sirvió acelerar el paso todo lo que pudo, pronto pudo sentir como algo o alguien le impedía seguir su
camino.
Ruth Amaguaya
Leave a Reply