Juan tomó conciencia de sí mismo. Estaba sentado en un sillón y no recordaba nada anterior a ese momento. ¿Qué significa esto?, se preguntó. ¿Hay un antes? Sintió el mordisco de la duda y repitió en voz alta.
—¿Hay un antes? No recuerdo mi pasado, ni siquiera lo que estaba haciendo antes de sentarme en este sillón.
—Es muy sencillo —respondió una voz grave—. No es posible tener recuerdos cuando no existe el pasado.
Juan dirigió su vista hacia arriba, hacia abajo y hacia los costados. Escudriñó cada rincón de la habitación, pero no dio con la fuente del sonido.
Sergio Gaut vel Hartman
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